Reseña de Croquetas y wasaps | Begoña Oro.

¡Hola ricuras!

Hoy os traigo la reseña de un libro que llevaba años y años en mi lista de pendientes, ¡así que espero que os guste mucho! Empezamos :)

Título original: Croquetas y wasaps

Autora: Begoña Oro

Páginas: 232

Editorial: SM

¿Te has preguntado alguna vez qué quedará de ti cuando ya no estés? Clara sí. Justo cuando está al borde de la piscina. Y tiene dos opciones: tirarse de cabeza cuando todo su cuerpo grita para que lo haga, o quedarse quieta tapándose las orejas con las manos. Novela realista que agranda el universo de Pomelo y limón y narra con el estilo actual y chispeante de Begoña Oro el chaparrón de sentimientos al que se enfrenta una adolescente cuando se da cuenta de que tiene al alcance de su mano la oportunidad de ser feliz.

Al principio de esta historia hay una chica (yo) llamada Clara Luján Garza y un chico llamado Lucas Falcón. Al principio de esta historia, Clara es imbécil. Lucas...

Lucas se ha quedado justo detrás de la palabra "imbécil", pero Lucas no es imbécil. Lucas es... No, no, no. Intento describirlo y en mi cabeza aparece su cara y veo a cámara lenta cómo estira la comisura de los labios y ya está a punto de hacerlo otra vez y...

Lo hizo. Sonrió.

Lucas tiene una sonrisa desarmante.

Y algo más tendrá, sí. Pero cuando sonríe, eso es lo único que puedes ver: su sonrisa. NADA MÁS. Porque la sonrisa de Lucas es como una bomba, un arma defensiva que tiene un efecto inmediato: desarmar al enemigo.

Así que voy a neutralizar ahora mismo la imagen de Lucas en mi cabeza. Voy a taparle la boca con mi mano...

No, eso no es buena idea. Estoy sintiendo los labios de Lucas en la palma de mi mano, el calor de su aliento sobre el callo que me hizo la raqueta, la aspereza de esos tres pelos que le crecen en la mejilla, el aire que sale de su nariz sobre mi dedo índice, mi meñique rozando el hoyuelo de su barbilla, es cálido aire otra vez...

Así tampoco puedo concentrarme.

No, voy a ponerle una mascarilla en la boca. Ya.

Y voy a contarte cómo es.

Lucas tiene un pelo precioso, negro, brillante. Lucas tiene unos ojos... Lucas, no vale, otra vez estás sonriendo. Lo veo en tus ojos, en tus pómulos, aunque la mascarilla te tape la boca. Lucas también sonríe con los ojos, que son marrones tirando a verdes, o verdes tirando a marrones, según el día. Lucas tiene dos orejas...

Mira, te lo resumiré en tres palabras: Lucas es guapo. Y LO SABE. No hace falta escribírselo en verde fosforito en una pared.

Lo que no sabe Lucas es estarse quieto. Cuando no mueve el pie frenéticamente, dibuja garabatos en un papel, y cuando no dibuja garabatos en un papel, hace malabarismos con el boli sobre los nudillos. Lucas practica todos los deportes olímpicos y alguno que aún no han admitido en las olimpiadas. Lucas es un chico de acción.

Es difícil decir cómo es Lucas porque parece un poco enigmático. A Lucas a menudo hay que adivinarlo. Eso es algo que me atrajo a él sin remedio. Cuando se me presenta una adivinanza, tengo que resolverla. No puedo con los cabos sueltos.

Pero así, como un cabo suelto, había quedado la última frase que me había dicho Lucas: "No estoy preparado para... para... para...".

¿Para qué no estás preparado, Lucas? ¿Para quererme?

Se ve que quererme a mí requiere preparación. Pero querer a Lucas es diferente.

Querer a Lucas es fácil. Lucas es guapo y tiene una sonrisa desarmante. Lucas es como un paquete de chicles en la caja de un hipermercado.

Lo ves y lo quieres. Así, sin preparación.

Resulta que hace muchos años, cuando este libro acababa de salir, todo booktube y blogspot hablaban de él. A mí me llamaba bastante poco, el título me parecía... una mierda, como que no sonaba nada guay. Pero, como está muy feo eso de juzgar a un libro por su título, y como todo el mundo hablaba maravillas de él, decidí auto-regalármelo por navidad, a ver por qué gustaba tanto a todos. Y tres años después, lo he rescatado de mi estantería y me he dignado a leerlo de una vez por todas.

Croquetas y wasaps nos narra la historia de Clara, una adolescente con problemas típicos de adolescente. Un chico guapo, otro que no lo es tanto, su grupo de amigos, y sus problemas familiares. La historia no tiene mucho más.

Estamos ante mi típico "simple pero efectivo". La trama no tiene demasiado, pero gracias a la narración de Begoña Oro, y la carismática protagonista, tenemos una historia divertida, a la par que dulce. La verdad es que ha sido un libro que he disfrutado bastante. Y es que a pesar de narrar la vida de una típica adolescente, este libro no cae en tópicos. Me ha parecido una historia bastante realista, que consigue hacer que el lector se sienta identificado.

La narración es sin lugar a dudas uno de los puntos fuertes de este libro. Está contado en primera persona por Clara, lo cual consigue que nos acerquemos más a este personaje y entendamos mejor su psicología. Me ha encantado Clara como voz narradora, es muy divertida, te suelta todas sus divagaciones, y lo cierto es que me ha sacado más de una sonrisa. Una pluma ágil y fresca, con capítulos bastante cortos que consiguen que devores el libro en cuestión de horas.

Hablemos un poco de los personajes, empezando como no por Clara. Ya os he dicho prácticamente todo de ella, me ha parecido un personaje muy divertido y redondo, con el que te puedes sentir fácilmente identificada. Yo me he visto reflejada en ella en más de una ocasión. Me ha gustado bastante.

Por otro lado tenemos a Unai. Es uno de los mejores amigos de Clara. Me ha parecido un personaje muy original, jamás había leído a alguien como él, no puedo compararle con nada, es único en su especie. También me ha parecido muy divertido, y aunque al principio parecía el típico personaje cómico que no aporta mucho más, al final me sorprendió con una personalidad bastante compleja. Es un personaje clave en la historia perfectamente construido. Muy genial también.

Junto a Clara mi otro personaje favorito de esta historia es el abuelo de ésta. Me ha gustado mucho la trama que le envuelve y me ha sorprendido muy gratamente, porque normalmente yo solo suelo fijarme en personajes de mi edad, con los que me pueda sentir identificada, pero Begoña Oro ha logrado que un abuelo, jubilado y viudo, me encandile. Su trama ha sido posiblemente mi favorita. Es un abuelo muy genial.

Hay muchos personajes más, pero no os hablaré de ellos para que los descubráis vosotros mismos cuando leáis la novela. En general me han parecido unos personajes muy diferente a los que acostumbro a leer, originales, únicos, muy bien planteados por la autora, carismáticos, que se hacen querer, y en general muy guays.

El final del libro me gustó, lo acabé con buen sabor de boca y en general todo estuvo bastante bien. Como negativo diré que a pesar de que es un libro que me ha gustado bastante, no es de los que dejan huella. Es el típico para una tarde de manta en el sofá, que te hace pasar un buen rato, pero que no recordarás toda tu vida.

Respecto al título, porque sí, voy a dedicar un párrafo entero al título. No me parece que atraiga mucho a un público jóven, y siento que precisamente, por su contenido, es a los adolescentes a los que más les puede gustar. Las croquetas no son algo muy de jóvenes, a pesar de que a todos nos gusten, y el hecho de que "wasaps" esté mal escrito, me hace pensar que sería un libro más bien dedicado a mi madre o a mi abuela, y eso es lo que me echó atrás en un principio. Que a mi madre y a mi abuela tal vez les gustaría este libro, no digo yo que no, pero me parece que al tener una protagonista adolescente gustará más a los jóvenes, y con ese título no les va a llamar mucho. Pero bueno, la moraleja es que no hay que juzgar sin conocer, ¿no? Pues eso, a leer todos el libro.

Así que en definitiva Croquetas y wasaps es una novela divertida y fresca, que te hará pasar un rato entretenido, con unos personajes únicos que se hacen querer. ¿Os lo recomiendo? Sí. He dudado mucho si ponerle un 3/5 o un 3,5/5, pero al final le he puesto el tres, porque ha sido la foto que he encontrado antes xd.

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¡Muchos besos y hasta pronto!