Reseña de El día que lo conocí. Catherine Clark.

¡Hola ricuras! He pensado que eso de ricuras suena demasiado cursi (no sé cuando se me ocurrió), pero claro, ya forma parte del blog, y cambiarlo ahora sería raro...

Pensé en decir "¡Hola flotadores!" (por lo de Flota con un libro)... Pero luego llegué a la conclusión de que eso era jodidamente horrible, ¡así que nos quedamos con ricuras y así compensamos mi vocabulario de mierda! (Soy una palabrotera, si es que esa palabra existe).

En fin, hoy traigo la reseña de un libro que leí el año pasado, así que a pesar de mis lagunas respecto a él (no recuerdo ni el nombre de los personajes, jeje, ahora me informaré un poco) voy a intentar hacer una reseña. Pero no os preocupéis, que yo soy muy precavida y nada más terminar de leerlo hice anotaciones de lo que me había parecido, más o menos (ya sabía yo que iba a pasar esto).

Aprovechando que sus padres se habían ido de viaje, Lilly Cameron sacó el auto de su padre sin permiso. La escapada le costó cara, ya que a las pocas calles chocó contra un cartel.
Charlie Roark, un compañero de colegio que pasaba por allí con su Pickup, se detuvo a ayudarla. A Lilly le parecía grosero y arrogante, y nunca había simpatizado.
Pero Charlie le ofreció un trato: Su padre tenía un taller mecánico y le arreglaría el auto antes de que regresaran sus padres. A cambio ella debería acompañarlo a una boda, fingiendo ser su pareja.
Resultan tan convincentes actuando como novios, que Lilly comienza a sospechar que podría convertirse en realidad.

Fragmento del libro:

-Chist.

Charlie miró a su derecha. Hilary Jones sostenía en la mano un papel doblado que era para él. Cuando la señora Vaughn se volvió para escribir algo en la pizarra, le arrebató la nota de inmediato.

"¡REGLAS PARA LA CITA!", estaba escrito como encabezamientro en letras mayúsculas.

"Número uno: No dirás a nadie que iré a esta boda contigo.

Número dos: Me traerás de regreso a casa a las siete en punto. Tengo planes más tarde. Planes muy importantes.

Número tres: No es una salida típica entre un chico y una chica. Nada de darse la mano, ni abrazarse y, sobre todas las cosas, ¡NADA DE BESARSE!"

Charlie trató de no reírse a carcajadas. Jamás había considerado ninguno de los puntos que detallaba esa nota.

Uno: No estaba dispuesto a contar a sus amigos que saldría con Lilly Cameron, porque de lo contrario se burlarían hasta el día del juicio final. Dos: No quería quedarse con ella más de los estrictamente necesario; si la situación lo permitía, la llevaría sin problemas de regreso a las seis. Y tres: Jamás se le había cruzado por la mente la descabellada idea de ponerse romántico.

"Nunca he conocido a una persona más ególatra que tú!", pensó.

Mi opinión:

Cabe destacar que el libro es realmente corto, en mi ebook no llegaba a las 100 páginas, pero bueno ya lo dice la frase "Lo bueno si breve, dos veces bueno", así que lo vamos a destacar como una cualidad positiva, sobre todo porque la sinopsis de este libro no da para hacer 500 páginas ni mucho menos, y si las hubiese tenido habría sido aburrido.

La historia no es lo mejor del mundo, pero es entretenida, divertida, para pasar el rato simplemente.

Es un libro para desconectar, y para salir de un largo libro histórico con sus mil páginas. El típico al que me gusta llamar para un domingo de lluvia.

Me gustaron bastante los dos personajes principales, pero quiero hablar un poco más de Lilly, ya que a mi los personajes femeninos normalmente no me gustan, y si es un libro escrito por una chica y el personaje principal es una chica, entonces ese personaje será realmente estúpido (¿Soy la única que lo piensa?). Por eso Lilly me ha gustado, porque a pesar de que el libro lo ha escrito una mujer, este personaje me ha caído bien.

La historia de amor entre Lilly y Charlie me gusta, porque es amor odio, y no me cansaré de decir que el amor odio es lo mejor del mundo, y las mejores historias de amor siempre empezaron en odio (al menos mis favoritas).

No es el mejor libro del mundo, pero si está entretenido y me ha gustado. Como puntuación final le voy a dar tres monitos felices.

Y por mi parte nada más que decir, pronto más reseñas (estoy cumpliendo con eso que dije sobre que escribiría más :D) ¡Muchos besos!