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viernes, 29 de noviembre de 2013

Reseña de Harry Potter y la Orden del Fénix. J.K. Rowling.

¡Hola ricuras!
Hoy continuo con las reseñas de la saga de Harry Potter que voy publicando poco a poco cuando no sé que escribir en el blog :) Esta vez con la quinta entrega, Harry Potter y la Orden del Fénix.
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Sinopsis:
Las tediosas vacaciones en casa de sus tíos todavía no han acabado y Harry Potter se encuentra más inquieto que nunca. Apenas ha tenido noticias de Ron y Hermione, y presiente que algo extraño está sucediendo en Hogwarts. En efecto, cuando por fin comienza otro curso en el famoso colegio de magia y hechicería, sus temores se vuelven realidad. El Ministerio de Magia niega que Voldemort haya regresado y ha iniciado una campaña de desprestigio contra Harry Potter y Dumbledore, para lo cual ha asignado a la horrible profesora Dolores Umbridge la tarea de vigilar todos sus movimientos. Así pues, además de sentirse solo e incomprendido, Harry sospecha que Voldemort puede adivinar sus pensamientos, e intuye que el temible mago trata de apoderarse de un objeto secreto que le permitiría recuperar su poder destructivo.

Fragmento del libro:
-Estupendo. Quiero que abráis el libro por la página cinco y leáis el capítulo uno, que se titula "Conceptos elementales para principiantes". En silencio, por favor.
La profesora Umbridge se apartó de la pizarra y se sentó en la silla, detrás de su mesa, observándolos atentamente con aquellos ojos de sapo con bolsas. Harry abrió su ejemplar de Teoría de defensa mágica por la página cinco y empezó a leer.
Era extremadamente aburrido, casi tanto como escuchar al profesor Binns. El muchacho notó que le fallaba la concentración, pues al poco rato se dio cuenta de que había leído la misma frase media docena de veces sin entender nada más que las primeras palabras. Pasaron unos silenciosos minutos. A su lado, Ron, distraído, giraba la pluma una y otra vez entre los dedos con los ojos clavados en un punto de la página. Harry miró hacia su derecha y se llevo una sorpresa que lo sacó de su letargo. Hermione ni si quiera había abierto su ejemplar de Teoría de defensa mágica y estaba mirando fijamente a la profesora Umbridge con la mano levantada.
Pero pasados unos minutos más, Harry dejó de ser el único que observaba a Hermione. El capítulo que les habían ordenado leer era tan tedioso que muchos alumnos optaban por contemplar el mudo intento de Hermione de captar la atención de la profesora Umbridge, en lugar de seguir adelante con la lectura de los "Conceptos elementales para principiantes".
Cuando más de la mitad de la clase miraba a Hermione en vez de leer el libro, la profesora Umbridge decidió que ya no podía continuar ignorando aquella situación
-¿Quería hacer alguna pregunta sobre el capítulo, querida?- le dijo a Hermione como si acabara de reparar en ella.
-No, no es sobre el capítulo.
-Mire, ahora estamos leyendo- repuso la profesora Umbridge mostrando sus pequeños y puntiagudos dientes-. Si tiene usted alguna duda podemos solucionarla al final de la clase.
-Tengo una duda sobre los objetivos del curso- aclaró Hermione.
La profesora arqueó las cejas.
-¿Cómo se llama, por favor?
-Hermione Granger.
-Mire, señorita Granger, creo que los objetivos del curso están muy claros si los leer atentamente- dijo la profesora Umbridge con decisión y un deje de dulzura.
-Pues yo creo que no- soltó Hermione sin miramientos-. Ahí no dice nada sobre la práctica de los hechizo defensivos.
Se produjo un breve silencio durante el cual muchos miembros de la clase giraron la cabeza y se quedaron mirando con el entrecejo fruncido los objetivos del curso, que seguían escritos en la pizarra.
-¿La práctica de hechizos defensivos?- repitió la profesora Umbridge con una risita-. Verá, señorita Granger, no me imagino que en mi aula pueda surgir ninguna situación que requiera la práctica de un hechizo defensivo por parte de alumnos. Supongo que no espera usted ser atacada durante la clase, ¿verdad?
-¡¿Entonces no vamos a usar la magia?!- exclamó Ron en voz alta.
-Por favor, levante la mano si quiera hacer algún comentario durante mi clase, señor...
-Weasley- dijo Ron, y levantó una mano.
La profesora Umbridge, con una amplia sonrisa en los labios, le dio la espalda. Harry y Hermione levantaron también las manos inmediatamente. La profesora Umbridge miró un momento a Harry con sus ojos saltones antes de dirigirse de nuevo a Hermione.
-¿Si, señorita Granger? ¿Quiere preguntar algo más?
-Si- contestó ella-. Es evidente que el único propósito de la asignatura de Defensa Contra las Artes Oscutas es practicar los hechizos defensivos, ¿no es así?
-¿Acaso es usted una experta docente preparada en el Ministerio, señorita Granger?- le preguntó la profesora Umbridge con aquella voz falsamente dulce.
-No, pero...
-Pues entonces me temo que no está cualificada para decidir cuál es el "único propósito" de la asignatura que imparto. Magos mucho mayores y más inteligentes que usted han diseñado nuestro nuevo programa de estudio. Aprenderán los hechizos defensivos de forma segura y libre de riesgos...
-¿De qué va a servirnos eso?- inquirió Harry en voz alta?-. Si nos atacan, no va a ser de forma...
-¡La mano, señor Potter!- canturreó la profesora Umbridge.
Harry levantó un puño. Una vez más, la profesora Umbridge le dio rápidamente la espalda, pero otros alumnos también habían levantado la mano.
-¿Su nombre, por favor?- le preguntó la bruja a Dean.
-Dean Thomas.
-¿Y bien, señor Thomas?
-Bueno, creo que Harry tiene razón. Si nos atacan, no vamos a estar libres de riesgos.
-Repito- dijo la profesora Umbridge, que miraba a Dean sonriendo de una forma muy irritante-: ¿espera usted ser atacado durante mis clases?
-No, pero...
La profesora Umbridge no le dejó acabar:
-No es mi intención criticar el modo en que se han hecho hasta ahora las cosas en este colegio- explicó con una sonrisa poco convincente, estirando aún más su ancha boca-, pero en esta clase han estado ustedes dirigidos por algunos magos muy irresponsables; por no mencionar- soltó una desagradable risita- a algunos híbridos peligrosos en extremo...
-Si se refiere al profesor Lupin- saltó Dean, enojado-, era el mejor que jamás...
-¡La mano, señor Thomas! Como iba diciendo, los han iniciado en hechizos demasiado complejos e inapropiados para su edad, y letales en potencia. Los han asustado y les han hecho creer que podrían ser víctimas de ataques de las fuerzas oscuras en cualquier momento...
-Eso no es cierto- la interrumpió Hermione-. Sólo nos...
-¡No ha levantado la mano, señorita Granger!
Hermione la levantó y la profesora Umbridge le dio la espalda.
-Tengo entendido que mi predecesor no sólo realizó maldiciones ilegales delante de ustedes, sino que incluso las realizó con ustedes.
-Bueno, resultó que era un maniaco, ¿no?- terció Dean acaloradamente-. Y aun así, aprendimos muchísimo con él.
-¡No ha levantado la mano, señor Thomas!- gorjeó la profesora Umbridge-. Bueno, el Ministerio opina que un conocimiento teórico será más que suficiente para que aprueben el examen; y al fin y al cabo para eso es para lo que vienen ustedes al colegio. ¿Su nombre?- añadió mirando a Parvati, que acababa de levantar la mano.
-Parvati Patil. Pero ¿no hay una parte práctica en el TIMO de Defensa Contra las Artes Oscuras? ¿No se supone que tenemos que demostrar que sabemos hacer las contramaldiciones y esas cosas?
-Si habéis estudiado bien la teoría, no hay ninguna razón para que no podáis realizar los hechizo en el examen, en una situación controlada- explicó la profesora Umbridge quitándole importancia al asunto.
-¿Sin haberlos practicado de antemano?- preguntó Parvati con incredulidad-. ¿Significa eso que no vamos a hacer los hechizo hasta el día del examen?
-Repito, si habéis estudiado bien la teoría...
-¿Y de que nos va a servir la teoría en la vida real?- intervino de pronto Harry, que había vuelto a levantar el puño.
La profesora Umbridge lo miró y dijo:
-Esto es el colegio, señor Potter, no la vida real.
-¿Acaso no se supone que estamos preparándonos para lo que no espera fuera del colegio?
-No hay nada esperando fuera del colegio, señor Potter.
-¿Ah, no?- insistió Harry. La rabia que sentía, que parecía haber estado borboteando ligeramente durante todo el día, estaba alcanzando el punto de ebullición.
-¿Quién iba a querer atacar a unos niños como ustedes?- preguntó la profesora Umbridge con un exageradísimo tono meloso.
-Humm, a ver...- respondió Harry fingiendo reflexionar-. ¿Quizá... lord Voldermort?
Ron contuvo la respiración, Lavender Brown soltó un grito y Neville resbaló hacia un lado del banco. La profesora Umbridge, sin embargo, ni si quiera se inmutó: simplemente miró a Harry con un gesto de rotunda satisfacción en la cara.
-Diez puntos menos para Gryffindor, señor Potter.

Mi opinión:
Ya sabréis si habéis leído mis reseñas a las anteriores entregas de la saga que soy una de las muchas Potterheads que rondan por el mundo, así que no tengo palabras malas para este libro, ni ningún otro de Harry Potter. No porque no sea objetiva, si no porque realmente esta saga es perfecta.

En Harry Potter y la Orden del Fénix nace la Orden del Fénix (no... ¿en serio?), y el principio de la guerra que se avecina.
Ahora Harry no solo tendrá que vérselas con los Mortífagos, sino que también con el Ministerio de Magia que designa una nueva profesora de Defensa contra las artes oscuras, Dolores Umbridge, que hará la vida imposible a los alumnos y especialmente a Harry.
Además de eso, también se formar el Ejército de Dumbledore formado por algunos alumnos que se reúnen para poder prepararse para la guerra, sin que Umbridge ni el ministerio se enteren.
Harry comenzará a recibir clases de oclumancia por Snape, para así impedir que Voldemort le influencie.

Harry Potter y la Orden del Fénix es el libro más largo de los siete, tiene casi 900 páginas, pero a pesar de eso gracias a la fantástica pluma de J.K Rowling, las páginas vuelvan sin que te des cuenta. Su vocabulario sencillo y sus perfectas descripciones hacen que te embauques en el mundo de la magia, y no puedas parar de leer.

No me cansaré de decir que adoro a todos los personajes de esta saga. Tiene sus personalidades bien definidas y psicología perfectamente perfilada, e incluso amo a los personajes que podrían resultar inaguantables y antipáticos porque hacen la lectura entretenidísima.
Umbridge, por ejemplo, es un personaje detestable, horrible y odioso, pero ha retado tanto a Harry, y creado tantos momentos de tensión o emoción, que es sin duda un personaje indispensable y genial, aunque no la soporte.
Harry siempre digo y diré que es mi personaje favoritos de esta saga (típico, lo sé), porque me parece muy realista, se comporta tal y como lo haría un adolescente cualquiera y me enamora.

Lo que más me ha gustado de leer este libro, y ha hecho que me enganchara todavía más de lo que ya estaba, era que solo he visto una vez en mi vida la película de HP y la Orden del Fénix, y cuando la vi fue cuando la estrenaron y tenía unos 9/10 años, así que no me enteré de nada, y de hecho la película no me gustó demasiado (a pesar de que yo de pequeña era super fan de las películas, pero extrañamente a partir de la quinta me dejaron de gustar). Así que cuando iba leyendo casi todo era una sorpresa, porque no sabía como acabaría (a diferencia que con los demás libros), y eso hizo la lectura más que perfecta.

Como siempre os digo, J.K Rowling acaba su libro de una manera perfecta, sin dejar hilos sueltos y cerrándolo todo hasta el siguiente libro.

En definitiva, Harry Potter y la Ordén del Fénix es otra entrega perfecta de esta saga llena de emoción, risas y lágrimas.
Obviamente le voy a dar cinco monitos felices, porque es de mis libros favoritos, y lo merece.



Y por mi parte nada más que decir. Ya sabéis que tenéis mi ask a la derecha, y mi twitter @NeryRadioactive, para cualquier duda, y los comentarios de aquí abajo que reviso cada día.
¡Muchos besos y hasta pronto!

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